domingo, 6 de septiembre de 2009

UNA PICA EN AREYNS

Resulta que, a un alcalde paleto del Maresme se le ocurre la feliz idea de, después del veranito, y de recoger alegremente los eurazos que los españoles se han dejado en los bares, tiendas y negocios del pueblo, para celebrarlo, digo yo, y como si de un Fuente ovejuna con barretina se tratara, convocar un referéndum sobre la “independencia” de Cataluña. ¿Por qué no sobre la emancipación del resto del Estado Español sólo del municipio? ¿O mejor, a modo experimental, de un par de calles y el huerto del tío Jordi?
Esta pintoresca iniciativa no habría superado la categoría de anécdota, sino fuera porque la clase política española está aún por debajo del payaso al que se le ocurrió la gracieta. Porque, si en la comunidad catalana los partidos responsables, (también tengo yo unas cosas, llamar a esos responsables...), digo yo, que si esos le hubieran puesto en su sitio al edil de marras, nada hubiera pasado. Pero no, cómo no hay problema más importante en España que cagarse en la Constitución, meándose después en ella con el sufragio objeto de esta entrada, unos lo jalean y otros lo critican, eso si, duramente. Hasta el gilipollas del presidente del Barsa se mete en el berenjenal, pensando tal vez en su futuro político. ¿Qué pensará un socio del Barcelona nacido y residente, pongamos por caso, en Ciudad Real, de que se use lo que tan sólo representa un club deportivo, al servicio de una ideología, no ya independentista, más bien propia de la aldea?
En este mar de mierda, repleto de bastardos intereses, donde una sopla pollez les vale a todos, a unos para disimular la inutilidad de formaciones políticas sin contenido de gobierno, a los otros, a modo de cortina de humo, (una más), para impedir caer en la cuenta de que las cifras del paro son ya bastante peores que durante el gobierno de Felipe González, en medio de ello digo, aparecen los de la Falange, creo que la de las Jons, para manifestarse en contra del desaguisado.
Son valientes, no cabe duda, pero que se aten los machos, que seguramente sean ellos quienes paguen los platos rotos. Así y todo, a esos Españoles les digo: ánimo y poned una pica en Areyns.

viernes, 24 de julio de 2009

EL DINOSAURIO TONTO



En un remoto país, hace, muchos, muchísimos años, vegetaba, quiero decir vivía, (del cuento, se entiende,) Manoliño, un vejete dinosaurio que a duras penas había traspasado la barrera de su máxima edad útil.

Pero, a pesar de todo, era un superviviente nato. Modificó sucesivamente su alimentación, pasando de devorar de forma lo más cruel y sangrienta posible a todo rojo, demócrata u opositor a sus opiniones que se pusiera a tiro de la afilada dentadura ministerial del régimen “franquista” que orgullosamente ostentaba.

Cuando acabó el periodo glacial, mutatis mutandis, nuestro “amigo” acostumbró su dieta a las azules camisas viejas, fundando lo que se suponía iba a ser la forma democrática de sus anteriores postulados, compartiendo mesa, mantel y Constitución con algunos de los personajes que hasta hacía pocos años persiguió encarnecidamente.
En varias ocasiones más mudó la piel, manteniéndose firme en el virreinato, variando sucesivamente los hábitos alimenticios, según aconsejaran las encuestas electorales.

Finalmente, destronado en su manada por un animal más joven e igualmente ambicioso, se resiste a callar la boca en beneficio de la salud mental de la derecha española. Ahora resulta que el mayor error en la política exterior española de los dos últimos siglos, cometido por el inefable Moratinos, al vetusto gallego le parece un acierto.

Coño, haberlo dicho antes, que D. Francisco Franco te lo hubiera agradecido como mereces…